Mª Ángeles García Castro. Pediatra. Puericultora del Estado Coordinadora C. S. Anexo I Badajoz
Desde la perspectiva que me proporciona mi experiencia profesional de 23 años de trabajo como Pediatra, iniciada en el momento de formación como especialista (MIR) y pasando por los distintos ámbitos de la Pediatría, a nivel ambulatorio, hospitalario, en la Consejería de Sanidad como puericultora del Estado, y desde 1990 en un Centro de Salud (del que soy coordinadora desde 1994) tengo que manifestar que el trabajo actual en Atención Primaria no se parece en nada a los trabajos anteriormente desarrollados, y pienso que los pediatras no salimos preparados para afrontar esa tarea.
Me refiero a nuestra actividad profesional que se desarrolla integrada en un equipo multidisciplinario que funciona a partir de un "Contrato de Gestión Asistencial" (mal llamado "Contrato Programa"), y que trabaja con "objetivos" e "incentivos" (lo que menos sería esto último); siendo muy importante el conocimiento y manejo de nuestro método de trabajo, que podemos discutir si es útil o no, si es más o menos correcto, pero que, en definitiva, es real, nuestra empresa nos pauta y debemos asumir, y para el cual no estamos previamente formados.
Comprendo que puede ser difícil adaptarse a este sistema, y que no pocas veces nos irrite y moleste porque nos pueda sonar un poco indiferente: la estadística, la cobertura trimestral, los programas, cartera de servicios, normas técnicas mínimas, ..., porque a nosotros lo que nos importa son las neumonías, el reflujo o la epidemia de GEA. Y no debería ser así desde el momento en que optamos libremente a una plaza de Pediatra de Atención Primaria en un Centro de Salud, y a pesar de que poco o nada tenga que ver con la medicina hospitalaria de la cual venimos al acabar el MIR. Por ello los pediatras deberíamos aunar todos nuestros esfuerzos para conseguir una mejor preparación en este campo de la Pediatría un tanto desconocido, pero de obligado cumplimiento. Pues conociendo mejor el funcionamiento seremos más felices en nuestro trabajo y en la proyección del mismo, no enfocándonos solamente hacia la tarea asistencial pues a fin de cuentas el fundamento de los "programas" es promover la salud y evitar la enfermedad, abriéndose camino en otros campos más de nuestro tiempo, buscando opciones para hacer una mejor medicina preventiva y en definitiva una mejor salud.