OPE: Pasado, presente y futuro
¡Cinco años cinco! Este es el tiempo que ha llevado el famoso Proceso de Consolidación de Empleo en el que también los Pediatras nos hemos visto inmersos. Sin duda es un largo tiempo que sin embargo debería compensar a la mayoría de los implicados al conseguir la ansiada plaza en propiedad. Pero no nos engañemos. No es oro todo lo que reluce.
Del pasado poco queda por decir, creo yo. La estabilidad laboral, de la que adolece el sector sanitario históricamente, bien se merecía una salida digna. Podremos, o deberíamos haberlo hecho ya, discutir si era pertinente o no, si tenía el diseño apropiado o no, si era excluyente o no… La idea general es que merecería la pena el tiempo de espera hasta su resolución con la esperanza que, en el futuro, las autoridades pertinentes no esperen tanto para dar esa estabilidad a una profesión que necesita de motivaciones constantes en estos tiempos que corren. Que menos que cada 2 años haya procesos de consolidación de empleo en nuestro sector sin tener que vivir con la zozobra de no saber a qué atenerte no solo profesionalmente sino también personal y/o familiarmente. ¿Alguien duda que la OPE que hemos vivido ha sido un parche?. Llegó tarde y mal y algunos estamos pagando las consecuencias en este momento.
Mi deseo más ferviente para mis compañeros de profesión es que se sientan satisfechos con la plaza otorgada; que se sientan reconocidos no sólo por la adjudicación del puesto de trabajo en sí, no sólo por los beneficios económicos derivados de ello (véase trienios ó Carrera Profesional), sino también a resultas de un balance provisional, profesional y autocrítico del trabajo realizado hasta el momento actual.
Del Presente, y dado que la OPE de Pediatría se resuelve en la antesala de fechas navideñas, démonos la enhorabuena por haber subido al tren y por haber llegado a nuestra estación. Aquí y ahora si cabe plantearnos algunos peros. ¿Estamos donde queremos?, ¿Estamos donde podemos servir de la manera más eficiente a nuestros peques (por otros llamados usuarios)?. ¿Estamos donde podemos rendir de la manera más apropiada, con el máximo rendimiento, como profesionales?. ¿Supone un estímulo añadido la toma de posesión de nuestra plaza en propiedad? ¿Se han hecho eco nuestros gerentes ó dirigentes más directos de nuestras necesidades como profesionales? En consecuencia: ¿las plazas de Pediatría en disputa han sido cubiertas de la manera más adecuada posible? Sirvan estas preguntas para la reflexión individual y/o colectiva.
Esto me recuerda que hemos de seguir reclamando lo que creamos justo para nosotros! Debemos reivindicar ante las autoridades pertinentes, buscando los interlocutores adecuados, nuestras necesidades, quejas y reivindicaciones. Ahora con más fuerza nunca. Seamos conscientes de nuestra colectividad, de nuestra fuerza si nos mantenemos unidos
Creo que ha habido algún caso muy concreto, vivido en primera persona, que ofende a nuestro colectivo pues hay dudas razonables acerca de la justicia repartida, de intereses particulares, de lo mejor para todos. Es triste pensar que por una sola persona, aunque se llame Director Gerente, fastidie de mala manera (en todos los ámbitos, profesional-laboral, personal-familiar) a mas de un profesional por motivos de dudoso interés para la Comunidad. ¿No será más fácil tener contento y motivado al personal para que rinda en su puesto de trabajo al cien por cien?
Del futuro… Ah! El futuro! Si fruto de la reflexión antes referida concluimos que nuestro trabajo ha merecido la pena, entonces, no hay duda: sigamos la trayectoria por la que somos conocidos los pediatras: Profesionales, Especialistas, involucrados con el sistema y con nuestros pequeños pacientes; con un talante especial; preocupados por nuestra formación continuada… Sin olvidar metas no conseguidas y sin perder los progresos ya conseguidos; unidos. Se plantean nuevos retos para la Pediatría de nuestro entorno: la informatización de las consultas, Probablemente asistamos a la aplicación de las nuevas tecnologías en nuestra práctica diaria y al manejo de determinadas técnicas diagnósticas ó terapéuticas que han de servirnos, todas ellas, para aumentar la capacidad resolutiva en nuestra consulta. Espero vivirlo con vosotros.