Sobrepeso y Obesidad
INTRODUCCION.
Enfermedad crónica, multifactorial y compleja. Problema de salud importante en la edad adulta cuya incidencia y prevalencia están en aumento en la edad pediátrica: Epidemia del siglo XXI. Prevalencia en España (estudio ALADINO): sobrepeso 26,3% ;25,9 % y obesidad 22 % ;16,2 respectivamente para niños y niñas. Los datos no difieren de los obtenidos en el estudio EnKid diez años antes.
DEFINICIÓN DE SOBREPESO Y OBESIDAD.
Hay acuerdo generalizado en usar el índice de masa corporal (IMC) como medida de elección para el diagnóstico de sobrepeso y obesidad. Sin embargo, no lo hay para las referencias de IMC ni los puntos de corte. La GPC 2009 propone las curvas procedentes del estudio semilongitudinal de Hernández et al (1988) para el diagnóstico de sobrepeso (IMC ≥p90 y <p97 para edad y sexo) y obesidad (IMC ≥p97). La IOTF propone las de Cole y cols para definir el sobrepeso y la obesidad a nivel internacional. Niños < 2 años lactados al pecho pueden usar las elaboradas por OMS.
ETIOLOGIA. FACTORES DE RIESGO.
La etiología de la obesidad es compleja y multifactorial. Es una enfermedad genética (60-80% de la variación observada en el peso se explica por factores heredables). La mayoría de los factores genéticos afectan al peso sólo en presencia de determinadas condiciones ambientales (ambiente obesogénico). También relacionada con patología endocrinológica (hipotiroidismo, déficit hormona de crecimiento, S.Cushing, alteraciones hipotálamo) y medicamentos (insulina, corticoides, psicotropos, antidepresivos, anticomiciales, antihipertensivos, entre otros).
DIAGNOSTICO.
1. HISTORIA CLINICA:
-A. Personales: edad gestacional, peso y longitud al nacimiento, lactancia, beikost, distribución comidas, picoteo, ingesta compulsiva, comidas fuera de casa. Edad inicio ganancia ponderal. Alteraciones del ciclo menstrual. Estilo de vida sedentario (horas de televisión u ordenador), actividad física.
-A. Familiares: peso e IMC, hábitos, HTA, dislipemia, cardiovascular, DM 2…
2. EXAMEN FISICO: peso, talla, IMC, cintura, TA, distribución grasa, rasgos dismórficos, piel (acantosis, xantomas, hirsutismo…), psicomotor, ortopédicas...
3. PRUEBAS COMPLEMENTARIAS: Hemograma, bioquímica completa, lipidograma, T4 libre y TSH, glucemia e insulina basal. Otras estarán determinadas por la anamnesis y los hallazgos de la exploración física.
TRATAMIENTO
Importante asegurarse que tanto el paciente como su familia desean hacerlo y conocer la dinámica familiar. La base es la instauración de un programa multidisciplinar a largo plazo que asocie reorganización de los hábitos alimentarios, actividad física y tratamiento conductual. En menores de 14 años no debe proponerse como objetivo la pérdida de peso sino mantener el mismo (solo proponer pérdida en grados de obesidad excesiva).
Alimentación.
Alimentación variada (estimulando consumo frutas y verduras por ser más saciantes), evitando la monotonía y las restricciones excesivas y haciendo propuestas en positivo.
Actividad física.
Favorece la autoestima y la integración entre iguales. Preferibles los mensajes positivos. Al menos una hora aumentando la actividad física en la vida cotidiana.
Técnicas de modificación de conducta.
Tomar conciencia de las conductas que han conducido al exceso de peso y ser capaz de introducir cambios. Los padres aprenderán a controlar el entorno. Diseñar de forma conjunta el plan de vida diaria. Cuidar el clima emocional evitando críticas o estigmatización. Tratamiento grupal parece ofrecer buenas expectativas.
Uso de fármacos en el tratamiento de la obesidad infantil y adolescente.
Solo en casos de obesidad con comorbilidades asociadas y que no hayan respondido a un tratamiento de modificación de la dieta y los estilos de vida. Sólo está comercializado un fármaco con indicación aprobada: orlistat (>12 años) con frecuentes RAM y debe asociarse a suplemento de vitaminas liposolubles. La metformina solo indicada en resistencia a la insulina y diabetes tipo 2 pero sin abandonar tampoco el programa y la adecuada supervisión.
PREVENCION.
El mejor tratamiento de la obesidad infantil es la prevención ya que es muy difícil tratar la obesidad una vez establecida (niño >p95 de peso para talla al año de edad tiene 3 veces más riesgo de continuar siendo obeso a los 3 años y la mitad de los obesos a los 3-6 años lo serán de adultos).El objetivo es la promoción de la salud y fomentar hábitos saludables en la alimentación, actividad física y ocio, evitando el sedentarismo, con el fin de disminuir la frecuencia e intensidad de los factores de riesgo, que favorecen el exceso de ganancia de peso.
ESTRATEGIAS PARA LA PREVENCION DE LA OBESIDAD:
1. Embarazo/prenatal: evitar la malnutrición, ejercicio físico, no fumar, controles glucémicos adecuados (diabetes gestacional).
2. Lactancia: lactancia materna.
3. Familias: comer en un sitio fijo, despacio y sin tele, no saltarse comidas, no picar ni tomar bebidas azucaradas, fomentar el juego, disminuir horas de TV, ordenador o videojuegos, no poner TV en la habitación de los niños.
4.Colegio: poner fuentes, control dietas comedor, ejercicio extraescolar, educación nutricional y hábitos saludables, ir al domicilio andando.
5. Profesionales sanitarios: revisiones de salud periódicas, si FR recomendar hábitos saludables y hacer seguimiento periódico, favorecer ejercicio y alimentación correcta, identificar y tratar comorbilidades, derivar especialistas…
6. Gobierno: etiquetado de alimentos (aporte calórico), control menú comedor escolar, campañas publicitarias, control publicidad comida rápida, programas educación nutricional escolar, creación parques, polideportivos, carril bici.
COMORBILIDADES.
Afectan al sistema endocrino-metabólico, cardiovascular, gastrointestinal, pulmonar, ortopédico, neurológico, dermatológico y al campo psicosocial.
Los niños pequeños para la edad gestacional, si han mostrado un rápido incremento del peso en los primeros meses de vida, asocian a un mayor riesgo de resistencia a la insulina, diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial y aterosclerosis en la vida adulta.
Numerosos estudios han demostrado la relación entre la obesidad en la infancia y la adolescencia con RCV y mayor mortalidad en la edad adulta.
Recientemente, Juonala et al, han comunicado que aquellos niños que tuvieron peso corporal elevado (sobrepeso u obesidad) en la infancia pero no son obesos en la edad adulta tiene perfiles de riesgo cardiovascular semejantes a los de los individuos que nunca fueron obesos. Por el contrario, los individuos con IMC elevado en la infancia que de adulto eran obesos tuvieron más riesgo de padecer diabetes 2, concentraciones elevadas de LDL y triglicéridos y arteriosclerosis.
Recientes estudios refieren que tener IMC >p85 los primeros 4 años y persistente a los 7 años aumenta el riesgo de asma y sensibilización a neumoalergenos. Si estos niños normalizan su peso antes de los 7 años, el riesgo es similar a los que no fueron obesos.
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